Las situaciones personales, familiares o comerciales en las que se hallan implicados ciudadanos de varios países son más que habituales en un mundo globalizado, altamente caracterizado por la movilidad transfronteriza de personas, como resultado de la facilidad del transporte internacional y la sempiterna búsqueda de mejores condiciones de vida.
Con el fin de tratar los diferentes temas jurídicos transfronterizos en materia civil y comercial se creó La Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado, en 1893, cuya misión es buscar soluciones en n mundo donde, a pesar de las diferencias entre sistemas legales, los individuos y personas jurídicas puedan beneficiarse de la seguridad que ofrece una serie de instrumentos internacionales con soluciones a las diversas situaciones en las que estén involucrados dos o más países.
En consecuencia, La Conferencia de La Haya ha desarrollado numerosos Convenios multilaterales que se refieren a temas que en algún momento afectan nuestra vida cotidiana, tales como: la necesidad de legalizar o Apostillar documentos personales; conocer sobre la notificación o la obtención de pruebas en el extranjero; canalizar debidamente una solicitud de restitución internacional de menores o adopción internacional, entre una gran variedad de temas.
Partiendo de esta información, es indudable que en algún momento de nuestras vidas, pudieramos vernos en la necesidad de recurrir a la aplicación de la normativa de estos instrumentos internacionales y encontrarnos frente al desafío de conocer o ubicar al profesional calificado para la correcta aplicación de los mismos al problema suscitado.
